Historia del postre:

En 1890 Eusebio Lillo, junto a su familia, de viaje por Europa donde habitualmente adquiría valiosas obras de arte para su colección personal, se hizo acompañar por una talentosa empleada llamada Juanita. Quien tenía innatas aptitudes para la cocina y la pusieron a estudiar repostería en una afamada academia en París, ella con el tiempo ejercería el cargo de Ama de Llaves en la histórica casa quinta del poeta en el barrio Yungay.
La graduación de Juanita fue con los máximos reconocimientos, debido a la creación de un exótico y fino postre-crema llamado “Dulce patria” nombre inspirado en nuestra canción nacional, escrita por Lillo (1847).